Los cactus siempre han captado la atención de muchos aficionados a la jardinería debido a sus formas sofisticadas y sistemas de adaptación sorprendentes. Existen especies menos conocidas que destacan por ser verdaderamente singulares y fascinantes. ¿Conoces algunos de los cactus más extraños del mundo? Aquí te presento algunos ejemplos que, sin duda, te sorprenderán.

Cactus Copiapoa
Originarios de la región árida de Atacama en Chile, los Copiapoa son cactus de tono grisáceo que se caracterizan por sus formas globulares. Estas plantas se distribuyen en grupos y poseen un aspecto que recuerda a un cerebro, debido a sus arrugas y pliegues. Esta forma de crecimiento les ayuda a adaptarse a las duras condiciones del desierto. Con su coloración variando desde el verde oscuro hasta el gris pálido, los Copiapoa son, sin duda, un espectáculo para la vista.
Cactus Astrophytum
Conocidos también como los «cactus estrella», los Astrophytum son cactus pequeños que suelen encontrarse en México y en el sur de Estados Unidos. Lo que los hace destacar es su forma geométrica que, acompañada de pequeños pelos blancos que cubren su superficie, recuerda vagamente a una estrella o una pelota de golf. Además, varias especies de Astrophytum exhiben espectaculares flores amarillas, lo que contrasta visualmente con sus cuerpos espinosos.
Cactus Ariocarpus
Los Ariocarpus son una de las especies más inusuales dentro del mundo de los cactus, dado que su apariencia se asemeja más a una roca que a una planta. Provenientes del norte de México y el sur de Texas, estas plantas poseen una textura escamosa y un color verde-grisáceo que les permite camuflarse frente a depredadores. Sorprendentemente, los Ariocarpus florecen una vez al año, y sus flores pueden variar desde el blanco hasta el rosa y el púrpura.
Cactus Aztekium
Considerados por muchos como un tesoro botánico, los cactus Aztekium son endémicos de Nuevo León, México. Tienen una forma compacta y cóncava, con surcos pronunciados a lo largo de sus cuerpos. Este cactus rara vez crece en alto, pero puede extenderse a lo ancho, formando colonias que convierten cualquier espacio en un tapiz natural y complejo. Los Aztekium son particularmente llamativos cuando florecen, cubriéndose de pequeñas flores rosadas que aportan un toque de color vibrante.
Cactus Lophophora
Conocidos comúnmente como peyote, los cactus Lophophora destacan no solo por su aspecto sino también por su historia cultural y uso tradicional. Este cactus, nativo del desierto de Chihuahua, ha sido durante siglos parte de ceremonias rituales debido a sus propiedades psicoactivas. Visualmente, el Lophophora es una planta globular sin espinas, de color azul verdoso y con costillas suaves. El cultivo de peyote está regulado en muchos países, debido a su potente alcaloide, la mescalina.
Cactus Epithelantha
Los cactus del género Epithelantha son pequeños y esféricos, prácticamente cubiertos por espinas tan finas y densas que les proporcionan un aspecto grisáceo. Originarios del suroeste de Estados Unidos y el norte de México, estos cactus son menos conocidos, pero su tamaño los hace ideales para jardines de cactus en miniatura o colecciones personales. A pesar de su tamaño, estos cactus florecen profusamente, mostrando pequeñas flores blancas o rosadas.
Cactus Puna clavarioides
Este peculiar cactus, Puna clavarioides, es originario de Argentina y, a menudo, confunde a los observadores, ya que su aspecto es más parecido al de un hongo que al de un cactus. Tiene un tallo subterráneo y sus brotes son pequeños y cilíndricos, lo que le da una apariencia única. Este interesante cactus se adapta a las condiciones extremas de su entorno natural, y a menudo crece en áreas rocosas y bien drenadas.
Cactus Myrtillocactus geometrizans
Un nombre que puede sonar como un trabalenguas, el Myrtillocactus geometrizans es originario de México y es conocido comúnmente como el cactus garambullo. Con su habilidad para crecer rápidamente y su notable resistencia, este cactus puede alcanzar varios metros de altura. Sus ramas verdes azuladas se ven realzadas con flores pequeñas y frutos oscuros comestibles que son apreciados por los habitantes locales.

Cactus Leuchtenbergia principis
La Leuchtenbergia principis, o cactus agave, es oriunda de México y es fácilmente reconocible por sus tubérculos largos y puntiagudos que se asemejan a las hojas de un agave. Este cactus puede desarrollar un tronco robusto con el tiempo, lo que le da una apariencia aún más inusual. Aunque crece lentamente, sus flores amarillas radiantes destacan intensamente contra los tonos verdes desérticos.
Cactus Blossfeldia liliputana
El Blossfeldia liliputana es considerado el cactus más pequeño del mundo. Este género es nativo de Bolivia y Argentina, donde se adapta a las condiciones secas al crecer en pequeños grupos. Son verdaderas joyas del mundo de los cactus, ya que maximizan el espacio y sobreviven con muy poca agua. Su nombre, «liliputana», refleja su diminuto tamaño que muchas veces no supera los dos centímetros de diámetro.
Conservación y cuidado de cactus inusuales
Si estás pensando en incluir algunos de estos cactus únicos en tu colección personal, es esencial considerar algunos aspectos básicos sobre su conservación y cuidado. Muchos de estos cactus inusuales provienen de hábitats específicos con condiciones ambientales únicas. Por lo tanto, replicar su entorno natural puede ser un desafío, pero es posible con la cuidadosa atención a detalles como el drenaje del suelo, la cantidad de luz solar y los patrones de riego.
Es fundamental recordar que, aunque estos cactus son resistentes, a menudo requieren un período de descanso en invierno, donde se debe reducir el riego y, si es posible, mantenerlos en un entorno más fresco. La admiración por la diversidad y resistencia de estos cactus solo crecerá si se brindan las condiciones adecuadas para su crecimiento saludable.
Además, recuerda investigar las regulaciones locales sobre la posesión y el intercambio de ciertas especies de cactus, especialmente aquellas que pueden estar protegidas debido a su rareza o uso histórico. Adoptar estas prácticas responsables garantiza la preservación de estas maravillas naturales para las generaciones futuras.



