Cuidados de una enredadera. Las plantas enredaderas son uno de esos detalles magníficos que nos ofrece la naturaleza, son todo un espectáculo para los ojos, especialmente durante la primavera y el verano dan un toque colorido precioso mientras que en otoño e invierno aportan a nuestros jardines un tono nostálgico muy bonito y sentimental.
Lo que también es cierto es que para que ocurra lo anteriormente mencionado, nuestra planta enredadera deberá recibir los cuidados pertinentes, algo de lo cual queremos contaros en nuestro artículo.
Cuidados de una enredadera
Esta planta puede crecer por cualquier superficie sólida, tejados, paredes, no hay nada que se le resista. Esto no quiere decir que debamos dejarla sola y a su aire, depende de la especie que tengamos nuestra obligación es ayudarles. Hay especies de enredaderas que por si mismas disponen de medios para aguantarse, pero otras no, nuestros mejores ayudantes serán cuerdas o alambres dejando unos 0’5 cm entre el tallo y el soporte pues dicho tallo irá creciendo exponencialmente y necesitara su espacio.
Somos conscientes de que no siempre es posible, pero la recomendación sobre dónde se la debe ubicar es en el exterior y recibiendo los rayos del sol de forma directa. Hay especies menos exigentes en este aspecto que incluso pueden llegar a colocarse en el interior del hogar, pero como decimos, si se dispone de jardín y una gran pared, gozaremos de un espectáculo sin igual.
Con el riego no vamos a andarnos mucho por las ramas e iremos directos al grano. Durante el verano tendremos que regarla mínimo tres veces por semana, mientras que durante el resto del año una vez por semana puede llegar a ser suficiente y este es uno de los cuidados de la enredadera que tenemos que tener muy en cuenta.
Si no queremos que nuestra planta se descontrole, deberemos podar o bien a finales de otoño o al principio de la primavera para evitar que crezca más de la cuenta. No tengas miedo, es probable que llegado a cierto punto debas cortar medio metro e incluso mucho más, es normal.